Danny Gregory era un tipo normal con su trabajo normal de oficina. En este libro nos cuenta cómo perdió a su mujer, el amor de su vida, y encontró consuelo en el arte. Y a partir de ahí, fue sacando un montón de libros preciosos, íntimos, llenos de magia y de filosofía, y su vida dio un giro completo. Dejó de ser un tipo gris de oficina por otro mucho más interesante.
El arte le dio esa ilusión diaria que uno necesita urgentemente tras una tragedia y ahora vive de sus dibujos. Quién le iba a decir que llevaba un artista dentro al fin y al cabo. Quién podría negar que cada uno de nosotros no tiene ese mundo interior atrapado y que es absolutamente imprescindible sacarlo a la luz para conocernos y saborear lo bien que sienta...
"Sabía que había una sola mujer a la que estaba destinado entre los millones y millones que existen en el mundo. Pero, ¿y si no lograba encontrarla jamás? Pero qué pasaría si mi amor verdadero había nacido en Shanghai o en Kalamazoo o en la Antártida, y nunca nos llegábamos a conocer?...
Tal vez nunca la conocería y de esa forma pasaría el resto de mi vida completamente solo...
Me costó un cuarto de siglo encontrarla...."
Para conocer esta historia de amor tendrás que comprar este maravilloso libro que no te dejará indiferente... ni en sus textos ni en sus geniales ilustraciones.
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